Claves para que los equipos humanos funcionen

Las fechas navideñas en las que nos encontramos son propicias para que los equipos humanos se junten en un entorno diferente al del día a día. Además de desconectar del trabajo, estos encuentros sirven también para estrechar relaciones, lo que puede repercutir positivamente a la hora de realizar las funciones laborales diarias. Pero, ¿esto de verdad funciona? ¿Qué se puede hacer para que los equipos funcionen?

Entender al ser humano, su psicología, su forma de funcionar, de reaccionar y de relacionarse han sido siempre una obsesión. Todos estos aspectos son clave para gestionar y hacer funcionar a un equipo humano. 

Mirar más allá de combinar personas muy competentes

Existe el pensamiento de que al montar un equipo con los mejores talentos dará como resultado un equipo de primera. Pues bien, esto no es así. La experta en psicología de equipos Anita Woolley explica que, el juntar mentes brillantes que piensen lo mismo y no se cuestionen es contraproducente. Es más, esto puede llevar también a una ambición desmedida. Lo ideal es buscar la variedad de perfiles, ya que la inteligencia colectiva no funciona sumando coeficientes intelectuales sino combinando inteligencias complementarias.

“Team IQ”

Siguiendo con el concepto de inteligencia colectiva, idea mencionada en el párrafo anterior, Anita Woolley habla del coeficiente intelectual del equipo. Esta clave para hacer funcionar a los equipos, se refiere a cómo estos combinan conocimientos, llegan a consensos o crean nuevas ideas con el objetivo de solucionar problemas y alcanzar soluciones.

La ¿importancia? del aprecio personal

Al contrario de lo que pudiera parecer, diversos investigadores no han encontrado correlación entre el aprecio personal y los resultados del equipo. Es común encontrar equipos que trabajan muy bien, se respetan, pero que una vez finaliza la jornada laboral su contacto también termina hasta el día siguiente. Cierto es que un grupo de trabajo que logra buenos resultados tiende a generar más sensación de aprecio conjunto, pero Anita Woolley cree que el aprecio es más un resultado del buen trabajo que su causa o su condición preliminar.

Cualidad mínima de comportamiento

Está claro que tener una persona negativa en el equipo, que no deje al resto expresarse, les ningunee, o critique, provoca mal ambiente. Pero no solo eso, si no que también afecta de forma muy notoria al rendimiento del equipo. Tan solo hace falta una persona para provocar este efecto negativo. Si todos los miembros del equipo son competentes y dialogantes, pero una persona no lo es, el efecto en éste puede ser fatal. Las personas que componen un equipo deben tener una cualidad mínima de comportamiento, participación y respeto.

Equipos consolidados

La antigüedad de las personas que componen un equipo es un gran valor. El tiempo es un gran aliado para que los grupos mejoren y aprendan a trabajar juntos, además de ayudar a saber cómo reaccionan los otros miembros del equipo. Por contra, Anita Woolley se muestra en desacuerdo con la creación de equipos efímeros, algo de moda en los últimos tiempos. Esta modalidad en el que las empresas cambian sin parar sus equipos provoca que no les de tiempo de desarrollar formas de pensar, comunicar o analizar juntos.

Presencialidad

Por último, según Anita Woolley , las videollamadas reducen la inteligencia colectiva. Éstas distorsionan las percepciones que nos llegan de los otros. O lo que es lo mismo, recibimos de forma menos precisa las reacciones o sentimientos. Si bien es cierto que las reuniones virtuales tienen muchos beneficios, hay que tener presente que este modelo de trabajo también hace perder riqueza a los equipo

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