La evolución de la sociedad es imparable y, concretamente, el ámbito laboral no es ajeno a ello. Hoy en día es común, dependiendo del puesto, que los trabajos cuenten con modelos híbridos o incluso remotos que permiten una mayor libertad y flexibilidad. Por consiguiente, dicha evolución también afecta de lleno a la transformación de los viajes de negocios y las reuniones.
Este contexto ha llevado a una situación en la que muchos empleados han pasado a realizar 2 o 3 viajes semanales a la oficina, hacerlo de manera mensual, o en ocasiones trimestral a una localización externa. Incluso, gracias a la citada flexibilidad de estos modelos, hay personas trabajando en ciudades o países diferentes de su puesto de trabajo.
Todos estos cambios constantes obligan a las empresas a equilibrar las necesidades de los empleados sin olvidar, claro está, las obligaciones y objetivos de todos. Esta situación arroja una serie de cuestiones en cuanto a los programas de viajes de negocios y eventos: ¿Qué implicaciones legales y fiscales conlleva un contrato laboral que permite trabajar desde cualquier lugar? ¿Cómo adaptar la política de viajes para reflejar las nuevas expectativas de los trabajadores? ¿Cómo potenciar el compromiso de un equipo?
Todas ellas son cuestiones de respuestas cambiantes, de ahí la importancia y responsabilidad de las empresas en revisar de forma continua el cómo llevar a cabo los programas propios de viajes y reuniones.
La importancia de las reuniones internas
El aumento del trabajo híbrido y remoto en los últimos años ha ensalzado el valor de las reuniones internas presenciales. En este contexto, las empresas ven este tipo de reuniones como la fórmula ideal para unir a los equipos que trabajan desde ubicaciones distintas, mejorar la productividad y crear una cultura de trabajo en equipo.
Para comprender la importancia que tienen las reuniones internas en la actualidad, cabe destacar que éstas fueron la forma de reunión de mayor crecimiento a lo largo de 2022. Una tendencia que no decae, ya que durante el presente año no está haciendo más que seguir la misma línea de crecimiento constante.
Las empresas están decididas a continuar apostando por las reuniones de equipo presencial con tiempo y dinero, independientemente de que los empleados cuenten con la posibilidad de trabajar en remoto y de tener o no un programa de viajes y reuniones.
El bienestar del equipo por encima de todo
Hoy en día, se tiene claro que las políticas de viaje que abordan el bienestar e incorporan tiempo libre en un viaje de negocios están muy bien valoradas entre los trabajadores. Es más, éstas pueden llegar a tener un efecto positivo más allá de los viajes, reforzando el compromiso y motivación de los equipos, además del sentimiento de pertenencia a una empresa. Una razón más que suficiente para revisar la política de viajes corporativos de una compañía.