Los viajes de negocios son una parte fundamental en el desarrollo y crecimiento de una compañía. Por ello, en un contexto de inflación económica que afecta a todos los ámbitos se debe ser precavido. Existe un claro encarecimiento de los servicios que obliga a los travel managers y/o responsables de compras a optimizar gastos. Eso sí, todo ello sin restar calidad ni seguridad en el servicio ofrecido de los viajes corporativos.
Estas circunstancias hacen que para las empresas sea prioritario encontrar un equilibrio entre la necesidad de los clientes en realizar un viaje corporativo, hacerlo al mejor precio posible y a su vez mantener unos estándares de calidad que garanticen el servicio. Para lograr alcanzar este punto es importante tener en cuenta diferentes cuestiones.
No siempre se puede, pero ser previsor es un aspecto clave en la optimización de presupuestos. Está claro que en muchas ocasiones se trata de una batalla muy dura de lidiar, pero hay que insistir si se quieren lograr los objetivos presupuestarios. Anticipar la contratación de servicios tales como transportes o alojamientos es fundamental.
Otra forma de ahorrar costes se encuentra presente en los horarios de los transportes. Conviene viajar en horas tempranas ya que éstas suelen conllevar tarifas más económicas. Además, esto tiene otras ventajas como es la menor aglomeración en puntos claves como aeropuertos o estaciones de tren.
Organización y relaciones
Por su parte, una correcta organización puede marcar la diferencia. En este punto es clave tener claro todos los posibles gastos que pueden surgir durante un viaje corporativo (comidas, traslados, etc.). De esta manera se podrá autorizar únicamente los desplazamientos con costes razonables o reducirlos en caso de ser necesario teniendo en cuenta la rentabilidad de los mismos. Por ejemplo, ir y volver en el mismo día en vez de pernoctar o reducir el número de personas que viajan para un proyecto.
A lo ya dicho, hay que añadir que tener una política de movilidad end to end, o lo que es lo mismo, una buena visión global de un proyecto desde el comienzo hasta el final será muy beneficioso. Mejorar y unificar los procesos es un ahorro de tiempo y dinero.
Por último, el momento actual es ideal para formar alianzas. Fortalecer relaciones con los proveedores que apuestan por un partnership a largo plazo en esencial. En este sentido, la confianza y la transparencia ante la inflación deben ser altamente valoradas frente a los proveedores que se escuden en una inflación oportunista.