Cada día se profundiza más sobre los objetivos de los eventos y/o sus impactos. Numerosos profesionales hablan de los eventos y las experiencias como los elementos más fuertes de la comunicación hoy en día, elementos con los que se puede cambiar hasta la sociedad, pues llegan a modelar la personalidad emocional del individuo.
Kurt Grötsch, cofundador del Museo del Baile Flamenco y su director desde el 2006, habla en su libro “Ingeniería de la experiencia” sobre la experiencia en eventos. “La suma de las experiencias forma algo nuevo en la memoria del individuo (en su heterotopía mental, en palabras de Foucault) llegando a modelar su personalidad emocional, es decir, a cambiar a la persona”.
Toda empresa está interesada en dejar huella a la hora de organizar un evento. Se busca afectar a la memoria de los asistentes y llegar incluso a cambiarlos. “Las experiencias son vehículos perfectos para acceder a estas zonas mentales y en concreto el evento es el culmen de la experiencia, el sistema experiencial por excelencia”, según Grötsch.
¿Una herramienta para crear eventos y experiencias?
Grötsch propone en su libro usar una herramienta para la puesta en escena de eventos y experiencias. Habla de seguir un modelo específico al que nombra “ingeniería de la experiencia”. Dicho modelo, aunque dependiendo del caso, “empezaría con un estudio previo del contexto y en líneas generales tiene en cuenta aspectos psicológicos, sociales, éticos, medioambientales, sensoriales, de valores, formativos, de arquitectura, materiales, constructivos…”. Cada proyecto contaría con su propio perfil experiencial que puede combinar unos 23 factores a tener en cuenta.
En conclusión, Grötsch defiende que para crear un evento o experiencia se debe seguir un método sustentado (para él basándose en estos 23 criterios). De este modo las empresas organizadoras podrán contar con una metodología que seguir para alcanzar los objetivos marcados.