La buena organización y posterior éxito de un evento dependen de diversos factores. Uno de ellos es la propia figura del encargado del proyecto. Los conocimientos de éste y la experiencia que pueda tener serán valores que a buen seguro sumarán para que el evento en cuestión llegue a buen puerto.
Sin embargo, hay otras habilidades e inquietudes que pueden marcar la diferencia y llevar el evento al siguiente nivel como la sostenibilidad, saber detectar y responder a nuevas necesidades, deseos sociales, etc. Para lograrlo, es conveniente tener varias ideas presentes sobre las que apoyarse y cimentar el trabajo.
Salud mental
Cuanto mejor se encuentre una persona por dentro, mejores resultados irradiarán hacia fuera. Diversos psicólogos han hecho hincapié en el aumento de “patologías” entre los empleados. Éstos afirman que la frase “estoy muy quemado” la escuchan muy a menudo en las consultas. La “fragilidad emocional” es un hecho en la actualidad.
Una buena manera de motivar, fortalecer relaciones, fidelizar y hacer que los empleados se sientan parte fundamental de la empresa es la organización de eventos internos. Enfocando la mira en la salud mental, la realización de eventos “terapéuticos” pueden ser una buena solución. Eventos más ligeros y actividades en la naturaleza para desconectar, con mucho networking y parte de conexión humana.
La importancia de la sostenibilidad
El 2023 es el año en el que dar el paso definitivo y trazar una hoja de ruta clara en cuestiones de sostenibilidad. La ONU ya ha avisado de que se está yendo a un “infierno climático”, sobre todo por la generación de CO2. La compensación no es una vía perfecta (antes que compensar, mejor no generar), pero sí es una opción que considerar.
En este sentido, la iniciativa recién surgida «Net Zero Carbon Events«, es una campaña global de la industria de eventos que busca lograr eventos neutros en carbono en el año 2050 como máximo. Este es un movimiento para tener en cuenta, pero al que su fase inicial obliga a tener que definir los pasos exactos a dar.
El 2023 debería ser el año en el que se defina un plan de sostenibilidad concreto, algo que todo organizador de eventos debe tener presente e involucrarse. Es un asunto que no se puede dejar de lado y que el anticiparse puede llevar a marcar la diferencia. Implicase uno mismo es fundamental, al igual que transmitir al cliente final la importancia de la sostenibilidad.
Redes Sociales
El estudio “Observatorio de la Publicidad“, que todos los años realiza la Asociación Española de Anunciantes (AEA), ha concluido que se está abusando de la publicidad en redes sociales excepto en Instagram. Según el citado estudio, la publicidad en Instagram es percibida con mayor interés y utilidad. Más allá de este dato para tener en cuenta, lo más importante es escoger la red social que mejor se adapte al público objetivo.
El mismo estudio también indica que los dispositivos móviles son la vía central de acceso. Potenciar y dirigir acciones pensando en éstos es algo que se debería empezar a hacer. No solo en lo que a formato se refiere, sino a nivel social. El móvil siempre se lleva encima y se consulta en cualquier ocasión y lugar, lo que puede llevar a pensar en derivar a contenidos menos exigentes en cuanto a concentración o visionado.
Personalización
Es imprescindible investigar y segmentar los perfiles para hacer llegar el mejor mensaje posible y dotar de identidad al evento. Además, esto hará que sea más sencillo conectar con los asistentes, destacando sus diferencias y similitudes frente al resto para de esta manera crear mejores conexiones humanas.
Eventos que reflejen la sociedad
A la hora de organizar un evento es principal hacerlo con una responsabilidad acorde a la imagen y actualidad de la sociedad. Cada decisión y actuación será visible para todos, siendo éstas un espejo de la marca. Ni se puede ni se debe ser ajeno a la realidad existente, hay que ir evolucionado a la par de la sociedad y ser sensible a los asuntos que preocupan a ésta.
Para finalizar, hay que destacar dos puntos para tener muy en cuenta a la hora de dar un paso más como profesional de eventos. El primero es la adquisición de soft skills o habilidades blandas. Según el estudio «The Future of Jobs» de la Universidad de Harvard el 85% del éxito profesional está relacionado con las mismas. Éstas se refieren a impulsar el trabajo en equipo, la creatividad, potenciar la capacidad de liderazgo y de adaptación, la comunicación, a tomar la iniciativa, etc.
El segundo punto es formarse. Tras formarse hay que seguir formándose y no parar de hacerlo en ningún momento. Esto engloba tanto a temas específicos de la labor diaria dentro de la empresa, hasta asuntos de otras disciplinas o de autoconocimiento personal.
